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miércoles, 7 de abril de 2010

EL CELIBATO SACERDOTAL CRUCIFICA LA IGLESIA

EL CELIBATO SACERDOTAL CRUCIFICA LA IGLESIA

Iglesia Comunidad de Comunidades
Nuestra Señora de Guadalupe.  
MONS. HIGINIO ALAS GÓMEZ.
Tels: 83980334-22628684

 
CARTA PASTORAL.
 
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EL CELIBATO SACERDOTAL
CRUCIFICA  LA IGLESIA


 
HEREDIA COSTA RICA 
Abril 2010.
 
INDICE. 
PRESENTACIÓN 
Mons. Higinio Alas. 
PRIMERA PARTE. 
I.  UNA LEY ANTINATURAL, IDEALISTA Y OBLIGATORIA.

1. La Ley del Celibato Clerical en la Iglesia Romana.                                   Pág. 3

2. Los “Eunucos”. Concepción de Jesús. (Mt. 19,10-12)                                       4
3. La Iglesia Contra Cristo y su Evangelio.                                                             5
4. El Concilio de Nicea.                                                                                              6
SEGUNDA PARTE. 
II. LEYES UNIVERSALES Y LEYES HISTÓRICAS. 
1.   Esencia y Naturaleza de Leyes Universales e Históricas.                                7
2.   Leyes Sagradas Ecológicas.                                                                                9
3.   Leyes Universales y Naturales de la Creación.                                              10
4.  Leyes Históricas y el Celibato Obligatorio                                                      12

5.   Trastornos Sicológicos.                                                                                      13

6.   Autoritarismo de la Iglesia Contra Dios.                                                         14

7.   “Mandato de Lobos con Piel de Oveja”.                                                          16


TERCERA PARTE. 
III. INCUMPLIMIENTO DE LA LEY DEL CELIBATO. 
1.   La Verdad Real Acerca del Celibato.                                                               19
2.   Papas que Fueron Casados.                                                                               20
3.   Papas  que Fueron Hijos de Otros Papas u Otros Miembros del Clero.       20
4.   Papas con Hijos Ilegítimos.                                                                                20
5. Datos Históricos del Celibato Sacerdotal.                                                         21
6. Nefastas Consecuencias de una Ley Obligatoria Antinatural.                        23
7.  La Opinión de Especialistas.                                                                               25
 
 
PRESENTACIÓN
Mons. Higinio Alas. 

I. UNA LEY ANTINATURAL, IDEALISTA Y OBLIGATORIA.

1. La Ley del Celibato Clerical en la Iglesia Católica Romana.
Los consejos evangélicos  propuestos por la Iglesia Católica  Romana en los estados de vida consagrada, exigen un radicalismo al que el sacerdote está llamado a ser fiel. Tal radicalismo es extremadamente idealista. Los consejos evangélicos del evangelio, no se pueden deformar  llevándolos  al extremo de convertirlos en ley obligatoria antinatural.  Los consejos no son leyes.
La santidad y virginidad, no se pueden convertir en  radicalismo contrario a la ley universal de la creación del Padre Dios.
“La sabiduría bimilenaria de la iglesia, experta en humanidad, ha identificado a lo largo del tiempo algunos elementos fundamentales e irrenunciables para favorecer la fidelidad de sus hijos.  El celibato debe ser una oblación feliz, una necesidad de vivir con Cristo para que él derrame en el sacerdote las efusiones de su bondad y de su amor que son inefablemente plenas y perfectas”. (Cardenal Claúdio Hummes)
El documento Pastores dabo vobis afirma que “el sacerdocio no es más que "vivir íntimamente unidos a él" (ib., 46), en una relación de comunión íntima que se describe"como una forma de amistad" (ib.).
La orden dada por Dios dice: “Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos  serán una sola carne” (Gén. 2,24). Y los bendijo Dios y les dijo: "Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla'" (Gn 1,28). Desde el siglo IV la iglesia católica manifestó que la ley obligatoria del celibato sacerdotal sería un requisito indispensable para recibir órdenes sagradas.
En el año 303 tuvo lugar en España el Sínodo de Elvira, el cual exigió en el canon 33, que los obispos, presbíteros y diáconos quedaban obligados a abstenerse de sus mujeres.
No podrían  engendrar hijos, y quienquiera lo hiciere, sería apartado del honor de la clerecía. El Concilio de Nicea, celebrado el año 325 definió que una vez ordenados, los sacerdotes no podrían contraer el sacramento del matrimonio.
El 10 de febrero del año 385 el Papa Siricio (384-399), en la carta enviada al obispo Himerio de Tarragona, afirmaba  que . Todos los sacerdotes están  obligados a mantenerse en  sobriedad y castidad por  ley indisoluble desde el día de su ordenación. ( n. 89, p. 34).
Desde la ley obligatoria del celibato para los presbíteros, se han escrito cantidad de documentos idealistas y lejanos a la naturaleza humana de quienes aspiran a consagrarse  al ministerio sacerdotal.
Los textos anteriores, son un extracto del idealismo plasmado en las “Reflexiones del Cardenal Claúdio Hummes” con motivo del XL Aniversario de la Carta Encíclica «Sacerdotalis Caelibatus» del Papa Pablo VI.
2. Los “Eunucos”, Concepción de Jesús. (Mt. 19,10-12) 
"Porque hay “eunucos” (castrados) que nacieron así desde el seno de su madre, y hay eunucos que fueron hechos eunucos por los hombres, y también hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que pueda aceptar esto, que lo acepte."
a. “Eunucos Desde el Seno de su Madre”
A lo largo de la historia siempre ha habido varones que por naturaleza física o congénita  no sienten atracción sexual hacia las mujeres,  ellos célibes por naturaleza,  pueden sentir una tendencia a la vida sacerdotal de la Iglesia Católica Romana.
b. “Otros Fueron Hechos Eunucos por los Hombres”.
(Ley del celibato sacerdotal obligatoria)
Tal ley, ha sido dada por la alta jerarquía de la  Iglesia Católica Latina Romana. Con ella se pretende que los sacerdotes sean eunucos o castrados, para que no tengan hijos a fin de no dejar herencia a su familia, sino solo a la iglesia.
Todas las demás iglesias del mundo que nacen de las fuentes del cristianismo, se han tenido que separar por no aceptar esa ley antinatural. Los apóstoles de Cristo no recibieron tal opresión psicológica o represión contra su naturaleza. 
Hay otras causas históricas: se dio el caso de hombres que fueron castrados en las cortes orientales de los reyes, para que  no tuvieran relaciones sexuales con sus mujeres. Así mismo  se hacía con niños, para que conservaran una voz fina  para canciones y arte musical. Ciertos educadores fueron castrados por creencia de que en los eunucos se daba un mayor desarrollo de su sabiduría.
c.  “Eunucos por el Reino de Dios”.
Jesús se refirió a los que vivían el celibato por la extensión del reino de los cielos no como un valor en sí mismo, sino como un acto voluntario para predicar el evangelio.(http://www.untaljesus.net/texesp.php).
Si el Maestro hubiese querido que sus apóstoles  o sus sucesores fueran eunucos o célibes, no hubiera escogido para su misión a hombres casados para cumplir su misión.
Jamás Jesús ha reprimido la libertad y voluntad humana para la procreación de la especie porque esa soberanía viene dada por el Padre Dios a todos sus hijos.
Han existido  sacerdotes, sabios, santos y mártires,  que se entregaron a la virginidad de forma voluntaria, no por una ley obligatoria. Ellos vivieron el  celibato sacerdotal en libertad por causa del reino de los cielos como  lo afirma Cristo.
“Del contexto del Evangelio de Mateo se deduce de manera suficientemente clara que aquí no se trata de disminuir el valor del matrimonio en beneficio de la continencia».(Audiencia General de Juan Pablo II. 7/4/1982). La realidad es que no se puede confundir una vocación sacerdotal con otra, matrimonial, que Dios ha dado a sus elegidos. Ambas vocaciones son sagradas.
 A través de la historia de la iglesia se descubre que la  ley del celibato sacerdotal obligatoria, planteada desde una visión sublime nace de otros intereses materiales. 
3. La Iglesia Contra Cristo y su Evangelio. 
La jerarquía de la Iglesia Católica Romana desde el año 325 en que se entregó al poder político y económico romano, vendió los mandatos del evangelio al Emperador Constantino I el Grande,  e instaló con éxito su visión, su negocio, logrando resultados de riqueza, poder y pomposidad en todos los países del mundo. 
Esto no concuerda de ninguna manera con el Jesús histórico de los pobres y el evangelio de los oprimidos.
La raíz más profunda desde la que se plantea la ley del celibato sacerdotal, no es espiritual, sino material. Los objetivos  reales que se persiguen están llenos de  hipocresías. Ello queda históricamente revelado el año 580, cuando el Papa Pelagio II manifestó que su política sería la de  no meterse con sacerdotes casados en tanto  no pasaran la propiedad de la iglesia a sus esposas o hijos.
El problema  se acrecentaba más y más ya que casi ningún sacerdote, ni obispos y aún los papas, podían soportar una ley histórica que estaba rasgando su propia ley universal y natural co-creadora dada por Dios.
El celibato se había convertido en una ley importante para acrecentar el poder económico de la iglesia y tener un mejor  control sobre la vida de los clérigos y sobre la conciencia de los pueblos.
En el Concilio Ecuménico de Letrán, año 1123, en el canon 3 leemos: 
"Prohibimos absolutamente a los presbíteros, diáconos y subdiáconos la compañía de concubinas y esposas, y la cohabitación con otras mujeres”.
El Catecismo de la Iglesia Católica publicado en 1992, afirma la misma doctrina.
El  16 de noviembre de 2006, el Papa Benedicto XVI ratificó el valor de la elección del celibato sacerdotal según la tradición católica.
En el decreto Presbyterorum ordinis leemos que los sacerdotes "se dedican más libremente a él y, por él al servicio de Dios y de los hombres y se ponen al servicio de su reino” (n. 16).
La realidad histórica es que la mayoría de las jerarquías eclesiásticas se dedicaron  más libremente a la creación de su propio reino en el mundo y al  reino de Constantino I el Grande. Desde entonces han acrecentado sus privilegios y riquezas, adquiriendo gran poder económico y político desde el imperio romano hasta nuestros días.
4. El Concilio de Nicea.
En septiembre del año 324  el emperador Constantino I el Grande, dueño absoluto del imperio romano, después de su victoria contra  Licinus, de oriente, se esforzó en arreglar los litigios entre los diferentes obispos de oriente, como ya lo había hecho en occidente convocando los sínodos de Roma en el año 311 y el de Arlés en el año 314.
Los concilios del emperador eran comparables en todo a los comicios de las órdenes civiles del imperio. Este concilio fue convocado en Nicea.
Para Constantino, el cristianismo vendría a ser la culminación del proceso unificador que había estado construyendo en el imperio. Había logrado que sólo hubiera un emperador, una ley y una ciudadanía para todos los hombres libres.
Sólo faltaba una religión única para todo el imperio. De esta manera, las discusiones doctrinales o disciplinarias de la iglesia se convirtieron en problema de estado.
 “Constantino dio un gran poder a los cristianos, una buena posición social y económica a su organización, concedió privilegios e hizo importantes donaciones a la Iglesia apoyando la construcción de templos y dando preferencia a los cristianos como colaboradores personales”.  El año 380, Teodocio  convirtió el cristianismo, en la iglesia oficial del Imperio Romano mediante el Edicto de Tesalónica(Constantino I el Grande. Wikipedia-Enciclopedia libre).
La  ley del celibato obligatorio, es una ley histórica que va a ser uno de los instrumentos fundamentales para lograr el objetivo del desarrollo del poder económico y político de la iglesia.  
II. PARTE 
II. LEYES UNIVERSALES Y LEYES HISTÓRICAS.
1. Esencia y Naturaleza de Leyes Universales e Históricas.
*Las leyes universales  proceden de Dios y  son superiores  a las leyes históricas.
*Las leyes históricas son creadas casi en su totalidad por los hombres.
*Ninguna ley histórica humana, puede imponerse contra las leyes universales.
Las leyes universales son sagradas, porque emanan directamente de la misma esencia y naturaleza de  la divinidad y se aplican a toda la creación.
Para el estudio de la ley histórica del celibato sacerdotal obligatorio, es necesario distinguir la diferencia que hay entre leyes universales naturales y leyes históricas. Las leyes universales son superiores a las leyes históricas o temporales dadas por los seres humanos.
Algunas de las leyes universales que rigen los infinitos universos son: la sabiduría, inteligencia, evolución (involución), atracción o  gravitación,  expansión, compensación, reproducción, leyes físicas, químicas y muchas más. Ningún ser humano, ninguna especie viviente, ningún reino animal, vegetal y mineral, pueden enfrentarse a ellas, porque causaría su propia autodestrucción.
El emitir leyes obligatorias contrarias a leyes  universales, para la vida sacerdotal, solo se puede calificar como una gravísima falta de las jerarquías eclesiásticas contra Dios y contra sus ministros.
La Ley de los Diez Mandamientos, es histórica, temporal, dada con el más profundo amor del Padre Dios para que sus hijos vivamos en constante comunión con El y con toda la humanidad. Aparece escrita en piedras dadas a Moisés para su pueblo, el segundo milenio antes de Cristo.
Pero tal ley, es eminentemente antropocéntrica y por lo tanto no aparece en ellos explícitamente  ningún mandamiento ecológico que proteja el medio ambiente, el equilibrio de  ecosistemas y defensa de los elementos naturales indispensables para la vida de los seres orgánicos e inorgánicos.  
Las religiones se han quedado suspendidas, petrificadas en el tiempo, anacrónicas, cuando solo se concentran en sus leyes históricas, temporales, sin respetar y cumplir las leyes universales y ecológicas.
En términos generales, a la comunidad humana se le ha mantenido irresponsablemente en el analfabetismo, acerca de la importancia que tiene el cumplimiento de las leyes sagradas universales emanadas de Dios.
Hay una obligación moral, analizar, descubrir y denunciar las gravísimas faltas en que los ministros de Dios: papas, cardenales, arzobispos, obispos, clérigos y congregaciones religiosas incurren, de acuerdo a las investigaciones científicas serias, publicadas por los historiadores,  a lo largo de los siglos del cristianismo.
Que conste que estas faltas no son solo del clero católico sino de todos los profesionales en general. Pero las faltas cometidas desde jerarquías eclesiásticas cobran gran relevancia por  ser quienes mejor ejemplo deberían dar a la humanidad por ser guías espirituales.
La gravedad, no se encuentra solo en las faltas sexuales cometidas por el clero, sino en las consecuencias desastrosas, psicológicas de la personalidad de los ministros de Dios y el daño irreparable hecho a sus víctimas.
Es vergonzoso, que los diezmos, las limosnas y demás bienes donados por los feligreses para obras de caridad, solidaridad, para los pobres, sean utilizados para pagar por órdenes judiciales humillantes, pero justas, los desórdenes sexuales del clero.
Al fondo de todo, más criminal ha sido el crear ilusiones idealistas en los y las jóvenes, para optar por la vida consagrada a Dios. Ello más bien les ha conducido al infierno de su propia desesperación, ante el engaño al que han sido sometidos, por verse obligados a cumplir una ley histórica que ataca sus derechos humanos.
Las raíces del pecado se encuentran en las altas jerarquías que no han  sido capaces aún de corregir tales aberraciones, derogando esa ley a todas luces violadora de los derechos naturales.
Es vergonzoso tener que denunciar tales errores, pero este es un mandato que se  ha recibido en el bautismo al ser ungidos como profetas, sacerdotes y reyes. Como profetas, hay obligación de denunciar toda mentira y engaño y anunciar a los pueblos con la palabra y la conducta  cristiana la construcción de su reino.
Ya Jesús había dicho en su mensaje que “no tengan pues, miedo de la gente, Porque no hay nada secreto que no llegue a descubrirse, ni escondido que no llegue a saberse”...  lo que os digo en secreto grítenlo desde las azoteas de las casas. (Mat. 10,26-27)
2. Leyes Sagradas Ecológicas.
Estas leyes tuvieron su origen en Irak, a pocos kilómetros de una pequeña ciudad al sur del país llamada Qurnah  donde se cree que estuvo el paraíso terrenal. Allí se juntan los dos ríos milenarios, el Tigris y el Eufrates y las zonas    ecológicas más ricas del planeta tierra.
Los ancianos  de la ciudad llegan hasta ese lugar considerado sagrado, para sentarse a meditar. Se cree que esta fue la morada de Adán y Eva, seres eminentemente ecológicos.
Este fue  el punto de origen de la civilización, la cultura, la historia escrita, la mitología y la fuente de las tres religiones más importantes de la humanidad el judaísmo, cristianismo e islamismo.  
Allí  tuvieron origen las leyes  ecológicas culturales y sagradas de los pueblos indígenas. Ley del equilibrio ecológico, protección al medio ambiente, preservación y restauración de los ecosistemas.
Se consideran áreas naturales protegidas: la biosfera, parques estatales, urbanos y zonas de conservación ecológica (http://www.elrincondelperro.com/leyes/leyes.htm2003-12-09). 
3. Leyes Universales y Naturales de la Creación.
Las leyes naturales del Creador son divinas, inexorables. Por ejemplo, la ley de la gravedad universal a la que están sujetos todos los seres de la creación.

El hombre científico no inventa leyes, tan solo las descubre y aprovecha. Las leyes ya estaban inscritas desde antes en la materia. Desde las leyes gravitacionales de las galaxias, hasta los procesos internos de la materia orgánica.  
La inteligencia del hombre va desentrañando maravillosamente los misterios del átomo, la electrónica, las leyes genéticas y las distancias astronómicas. La naturaleza funciona como funciona, por la voluntad de su Dueño y Señor.  
No puede el ser humano violar impunemente las leyes naturales. La ley universal de la reproducción humana es inviolable. Si los humanos la violentan destruyen su propia especie. De ahí la gravedad de la imposición de la ley obligatoria del celibato sacerdotal.
La Iglesia Católica Romana es la única que ha impuesto tal  ley, con la  que se está destruyendo a sí misma. 
Esa ley, cuyo objetivo central aparente fue la santificación de su clero se convirtió en la acumulación de riquezas materiales, tal cual lo habían planificado. Su objetivo central de concentrar el poder económico, político y social  se ha logrado de una manera impresionante y escandalosa. Con tal ley, los sacerdotes ya no heredan los bienes propios y de la iglesia a su esposa, y a su familia.  
Por esa misma ley materialista, las iglesias ya las están cerrando y vendiendo y se han visto obligados por los jueces a pagar más de mil millones  de dólares (USA), por los abusos sexuales de sus miembros, tal cual lo afirma cantidad de especialistas en el estudio de la Historia de la Iglesia. 
La misma ley que aparentemente iba a dar mucha santidad,  vida y riquezas a la Iglesia Católica Romana, es la que hoy está dando muerte, escándalo, y destrucción no solo a la jerarquía católica, por la pérdida de vocaciones sacerdotales, sino también a sus feligreses que ya no soportan tantos engaños. Estamos viviendo una época eminentemente apocalíptica, con tanta destrucción, como lo anunció la misma palabra de Dios. 
Cuando intentamos ignorar las leyes universales divinas de Dios, la naturaleza cobra su precio. O respetamos la naturaleza, o desaparecemos del planeta Tierra.(aramadoma.wordpress.com/leyes-universales).  
Tanto en el microcosmos como en el macrocosmos las leyes universales se cumplen a perfección.  Desde los átomos y las células hasta los universos con sus infinitas galaxias.

Las leyes universales naturales, son en su misma esencia sagradas, porque emanan directamente de la creación de Dios, por lo que se aplican a todos los seres creados.  
Hay una inmensa cantidad de clérigos, papas, cardenales, obispos y sacerdotes, que se ven obligados por su propia naturaleza, a vivir y cumplir irremisiblemente esta ley universal de la creación, formando su familia con su  pareja, a escondidas del pueblo de Dios. Esto no tiene otro nombre más que hipocresía, engaño.  
Quienes se ven obligados a dejar su vocación sacerdotal, en la Iglesia Católica Romana, para formar su familia, están obedeciendo a su propia naturaleza  que procede de la misma esencia de la divinidad.  
Cuando un sacerdote entra en crisis vocacional, porque necesita vivir su propia naturaleza que mana de la ley divina y universal de la procreación de la especie humana, si es honesto,  está obligado moralmente a dejar su sacerdocio. Con ello cumple la ley divina y universal de Dios, y deja de ser víctima de una ley temporal e histórica dada por seres humanos que atacan la creación de Dios Padre. 
Según estadísticas, hay 150.000 sacerdotes, víctimas de la ley histórica eclesiástica que en su mayoría han dejado su sacerdocio a causa de la ley antinatural y obligatoria del celibato sacerdotal. 
Pero el peor escándalo y sufrimiento que se le causa a la Iglesia Católica Romana, proviene de la cantidad de papas, cardenales, obispos y sacerdotes, conforme aparece en los estudios históricos de la iglesia que  están viviendo hipócritamente, aparentando  ante la sociedad y sus feligreses, que están cumpliendo fielmente la ley del celibato obligatorio. 
Antes que obedecer las leyes de los hombres, hay que obedecer la ley de Dios. 
El sacramento del orden sacerdotal no puede ser un ministerio que Dios ha dado  para  violentar las leyes universales sagradas como son la ley de la  reproducción de la especie humana,  ni la ley de la evolución co-creadora, ni la ley de la atracción universal. Estas son alimentadas por la suprema ley del amor, que es la ley de la atracción de su misma naturaleza dada en la mujer y el hombre. 
Se constata que en la actualidad hay profunda ignorancia en muchas iglesias acerca del conocimiento y explicación pedagógica de las leyes universales de la creación como normas superiores que provienen directamente de Dios. Imponer la ley obligatoria del celibato sacerdotal en contra de las leyes universales que emanan de Dios constituye una grave falta por parte de la jerarquía católica romana. 
Por eso Dios dijo: “No está bien que el hombre esté solo, le voy  hacer alguien que sea una ayuda adecuada para él”. Gén. 2. 18.

 
4. Leyes Históricas y Celibato Obligatorio.
“Los clérigos están obligados a observar una continencia perfecta y perpetua por el Reino de los cielos y, por tanto, quedan sujetos a guardar el celibato, que es un don peculiar de Dios mediante el cual los ministros sagrados pueden unirse más fácilmente a Cristo con un corazón entero y dedicarse con mayor libertad al servicio de Dios y de los hombres”. (El canon 277).
Esta norma está presentada en forma  general e incorrecta  al afirmar que: “Los clérigos están obligados a observar el celibato”. Debiera aclararse diciendo  “que los presbíteros católicos que pertenecen al rito latino romano, están obligados a guardar el celibato”  y además enseñar  que: “en la Iglesia Católica  hay sacerdotes célibes y sacerdotes casados, dependiendo del rito a que pertenecen”.
Tal ley humana, histórica, religiosa, presenta una iglesia estática, petrificada desde hace siglos, ya que no se puede seguir imponiendo a los ministros de Dios,  leyes  que destruyen la naturaleza  co-creadora del clero católico romano violando los tratados internacionales de los derechos humanos y los procesos evolutivos y perfectivos de la creación y de la sociedad.
Se sabe, como antes dije, que el Derecho Canónico, viene encarnando el espíritu antiguo  del imperio romano. La conducta autoritaria que impera en la institución, no procede  de la naturaleza amorosa de Jesús  presentada en el evangelio.
Ninguna ley histórica dada por seres humanos, se puede enfrentar a la creación de Dios.
5. Trastornos Psicológicos.
La ley histórica y temporal del celibato obligatorio, enfrentada a la ley natural y universal de la creación y al desarrollo evolutivo de la familia,  genera graves trastornos de inmadurez psicológica en la mayoría de sacerdotes.
Esta ley tiene consecuencias mucho más graves  por el puesto de liderato espiritual que ocupan los sacerdotes de la Iglesia Católica Latina en la sociedad,  dañando  las conciencias de las comunidades, generando terribles sufrimientos de culpabilidad y de enfermedades psicológicas en quienes son atendidos y atendidas  pastoralmente por ellos.
La despersonalización se da cuando los sacerdotes no pueden vivir con naturalidad su proceso de evolución.  Desde la etapa de la pubertad, se les va preparando una conciencia desviada de su propia naturaleza que se rige por leyes universales  evolutivas, afectivas y reproductivas de su propia especie biológica.
Los resultados de tal despersonalización aparecen  en las  estadísticas sobre los hábitos afectivo-sexuales del clero.
Hay un “95% de ellos que se masturba, un 60% mantiene relaciones sexuales, un 26% abusa de niños y niñas menores, un 20% realiza prácticas de carácter homosexual, un 12% es exclusivamente homosexual y un 7% comete violaciones sexuales graves con menores, tal cual lo manifiesta el investigador Pepe Rodríguez, en una de sus obras  (“Mentiras Fundamentales de la Iglesia Católica. p. 27”).
Ante estos escándalos vergonzosos para la misma iglesia y sus sacerdotes y para toda la humanidad, existe un imperativo de  conciencia que exige preguntarse:
¿Cómo un joven que está siendo ungido como sacerdote va a poder dar un “sí” objetivo y real, para toda la vidamotivado solo por aspectos psicológicos y emocionales de conciencia creados por  sus superiores, durante los años de sus estudios sacerdotales contrarios a su naturaleza, sin conocer los cambios  evolutivos y perfectivos que tendrá en el futuro y a lo largo de su vida?
“Es inhumano enredar a unos chicos o a unas chicas, evidentemente inmaduros,  en una maraña de miedos y complejos de culpabilidad impuestos, mientras se les dice que eso es señal de que Dios los ama y los elige de manera “particular”. (Pepe Rodríguez).
Sintetizando podemos decir que las normas jurídicas del Derecho Canónico, son contrarias en este caso a  los tratados internacionales que violan los derechos humanos  y por lo tanto son leyes arbitrarias, ya que las altas jerarquías de la iglesia no tienen derecho de invadir la vida privada de los clérigos. http://www.mdzol.com/mdz/nota/138057.
La cantidad de sacerdotes casados, con hijos o sin ellos, representa el porcentaje del 25% del total del clero a la fecha, es decir  150.000. La Federación Internacional de Sacerdotes Católicos Casados, que agrupa a clérigos de Europa, A. Latina, Filipinas y A. del Norte, precisó que este alto porcentaje de clérigos ha sido incapaz de  cumplir con la norma eclesiástica antinatural.  (EFE).
Lo peor de todo esto es que al estudiar el cumplimiento de tal ley, en la historia de la Iglesia Católica Romana, se tienen datos vergonzosos de papas,  cardenales, obispos y sacerdotes,  que han generado hipócritamente y a escondidas del pueblo de Dios, gravísimos escándalos  como infanticidios, violaciones, pedofilia, por su incontinencia sexual.

Son miles y miles las peticiones del clero y de laicos enviadas al Vaticano solicitando  la derogación de la ley obligatoria y antinatural del celibato sacerdotal.


Cada día aumenta el número de miembros del clero que han tenido que abandonar su vocación sacerdotal, porque ya han vivido la amargura que genera tal ley,  en detrimento propio y de las comunidades a las que atienden desde un estado psicológico desequilibrado por parte de la inmensa mayoría de  sacerdotes, cuya naturaleza no es de “eunucos ”.  
6. El Autoritarismo de la Iglesia Contra Dios.

Desde hace siglos la Iglesia Católica  custodia, aconseja e impone como perla preciosa el celibato sacerdotal.

Algunos grupos autoritarios de altas jerarquías, manipulan férreamente a las personas de mentes estrechas, quienes son los que más defienden el celibato obligatorio con argumentos débiles, contrarios a los derechos humanos y  divinos, anticientíficos, antinaturales  y anti-bíblicos, atacando la voluntad, el  poder y la autoridad de Dios.   
La iglesia jerárquica  y  los formadores de los sacerdotes a través de siglos han logrado desarrollar sutil y psicológicamente conciencias en su clase clerical y profesional que conduce a un infantilismo religioso. 
El proceso de deshumanización, despersonalización y de inmadurez, permite crear privilegios de poder económico, cultural, político, social y religioso del ego de quienes se sienten con autoridad y superiores  a  las demás personas, sobre todo despreciando a la mujer, con un machismo alimentado con la soberbia. 
A través de la Historia de la Iglesia han sido  los “maestros”, los “papas”, los “jefes”, los que vienen  dando órdenes a los sacerdotes contra las sagradas leyes universales como es la ley de la procreación y en contra del mandato de Dios que dice: 
  “Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su
mujer y los dos  serán una sola carne” (Gén. 2,24) 
Y los bendijo Dios y les dijo: "Sed fecundos y multiplicaos,
y llenad la tierra y sometedla'" (Gn 1,28).  
Las jerarquías eclesiásticas católicas de Roma son las que han derribado el mandato de Dios, para ocupar su puesto de divinidad, imponiendo a sus sacerdotes y al pueblo mandamientos contrarios a su voluntad y a su naturaleza para su enriquecimiento y privilegios de poder político, social y religioso.
Tal forma de gobernar con imposiciones autoritarias,  y exigencias antinaturales,  es un ataque abierto y soberbio contra  Cristo quien afirma:
“Los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así”. ( Mat. 20, 25-26).  
“Ustedes no deben pretender que la gente les llame maestros, porque todos ustedes son hermanos y tienen solo un Maestro y no llamen padre  a nadie porque tienen solamente a un Padre, el que está en el cielo, ni deben pretender que les llamen jefes,  porque Cristo es su único jefe”. (Mt. 23,8-10). 
San Pablo afirma que: “Un sacerdote debe vivir de tal manera que no haya nada de qué reprenderlo. Debe ser  esposo de una sola mujer”. (Tit. 1,6) 
Si Jesús hubiese querido que sus apóstoles, sacerdotes y  sucesores fueran célibes, él mismo hubiera elegido como discípulos suyos a hombres célibes, para extender su reino en el mundo.  
Por otra parte, la Iglesia Católica Romana impone normas con las que ataca a su propio Magisterio Eclesiástico.
El Concilio Vat. II,  en el “Documento de Libertad Religiosa” afirma que la norma suprema de la vida humana, es la propia ley divina, eterna, objetiva y universal, a la que está vinculado el hombre con Dios. La ley obligatoria del celibato sacerdotal está en total contradicción con esta norma del Concilio.
Por tanto, no se puede obligar a los sacerdotes a obrar contra su propia conciencia, incumpliendo las leyes universales y divinas, porque ello conduce a violar su naturaleza, el don de la soberanía y libertad humana, ya que en la conciencia del ser humano está escrita la ley divina.
La persona, por su dignidad divina  y humana, tiene pleno derecho y obligación de cumplir, en plenitud de libertad,  el respeto a la conciencia y  naturaleza de los hijos de Dios.
El derecho de los sacerdotes a fundar su familia, su hogar, nace de la propia naturaleza dada por Dios. El imponer lo contrario es enfrentarse contra la divina voluntad de Dios y contra el mismo Magisterio de la Iglesia Católica Romana y contra la esencia y naturaleza creadora, por la cual se  define al ser humano como imagen del Dios viviente.

7. Mandato de Lobos con Piel de Oveja.


  “Hay de ustedes que imponen cargas y más cargas sobre mi pueblo, y no son capaces de poner un solo dedo para soportarlas”. (Mt. 23,4). 
El celibato se convierte en  una ley anormal, para personas normales. Ver en el rostro de la mujer, el rostro de Dios, amarla, unirse ella,  es tener una conciencia creadora. Es repetir la imagen del Dios creador en la mujer y en el hombre, o la imagen comunitaria de la Santísima Trinidad: Dios padre, Dios Madre (ruaj-aire, viento) y Dios hijo. Dios es familia, comunidad. 
Cada hijo de Dios que nace permite el cumplimiento   pleno de la palabra de Dios que dice: “los dos serán una sola carne”. El hijo es la cristalización perfecta de esa manifestación de Dios a través de las sagradas escrituras.  El hijo es la síntesis del amor del padre y de la madre, produciendo una sola carne, con los  mismos genes del padre y de la madre. El humano es el universo concentrado síntesis final de todo lo creado. El nuevo hijo es el mismo rostro de Dios en los humanos. 
Después de dos mil años de existencia del cristianismo, frente a una sociedad que está evolucionando a velocidad  inimaginable, resulta  absurdo para la iglesia presentar un rostro petrificado y envejecido sin ninguna señal de cambios que le permitan presentarse en armonía con los mandatos de Dios y procesos evolutivos  de la sociedad. 
La iglesia del pasado, comprada por Constantino I el Grande, dándole poderes políticos, culturales, religiosos, económicos y llenando a la clase sacerdotal con privilegios contrarios a la imagen del Cristo histórico del evangelio, se ha deshumanizado porque en ella se ha endiosado la hipocresía. 
Los padres pronuncian su palabra de amor, y su palabra se hace carne nuevamente: VOSOTROS SOIS DIOSES. (Jn 10,34)  ¿Puede un papa, un concilio, un magisterio eclesiástico, prohibirle al sacerdote que goce de esa infinita grandeza de ese amor, de esa realización personal de ser un co-creador con nuestro Padre Dios?
“En la Biblia se ensalza el matrimonio,  la unión sexual del hombre y de la mujer como algo positivo, hermoso, expresión cumbre de la relación humana, imagen la más exacta del amor que Dios siente por el ser humano y por su pueblo. Cualquier desprecio o rechazo de la sexualidad humana no tiene nada que ver con el mensaje bíblico ni con el mensaje de Jesús.” http://www.untaljesus.net/texesp.php.
¿De dónde puede provenir una ley tan absurda, contra la conciencia, contra la libertad sacerdotal, y contra las leyes universales de la creación que manan de la naturaleza divina? Tal ley, ¿vendrá de Dios  o vendrá de la adoración al ídolo del metal? O, ¿no será que vendrá directamente de satanás  metido en la jerarquía católica? 
Si los mismos papas y las demás jerarquías eclesiásticas no han podido cumplir esas leyes impuestas por resultarles antinaturales, ¿por qué siguen dañando a su propia iglesia con esas normas anormales? 
La historia nos demuestra que hasta los papas  en Roma han vivido hipócritamente, sin poder cumplir tales normas, cuyo objetivo central es el enriquecimiento de la institución y mantener privilegios contrarios al evangelio.


 
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El Celibato sacerdotal es una ley histórica,
destructora del hombre contra
el Dios de la vida y de
la co-creación. 
 










 
III. PARTE. 
LA VIDA CELIBATARIA EN ROMA. 
1. La Verdad Real Acerca del Celibato.  
Desde los primeros siglos, la Iglesia Católica Romana comenzó a formular la ley obligatoria del celibato sacerdotal, para lo cual creó una doctrina teológica idealista con la que pretendía desarrollar en la conciencia de los sacerdotes, convicciones firmes y profundas de santidad y de entrega incondicional a su vocación.  
Sin embargo, para la creación de esta ley antinatural no existieron, fundamentos bíblicos, teológicos y esenciales a fin de que se dieran la bases para su cumplimiento.  
El objetivo aparente, con el que atrajo más a los sacerdotes a reafirmar en su conciencia la importancia de la ley, fue el alcanzar la santidad de vida. Sin embargo los resultados de esta ley han sido a todas luces, nefastos y de gravísimos escándalos mundiales, porque lo que más se ha producido es la hipocresía y el engaño del pueblo de Dios y de los mismos miembros del clero.  
A continuación veremos las  terribles contradicciones que se han dado en la vida de los papas, incapaces de cumplir ellos mismos sus mandatos y sus leyes con que han pretendido mantener un dominio total en la conciencia de los pueblos y de sus ministros eclesiásticos.  
Al presentar a continuación con nombres y apellidos a 23 papas que han sido casados, o papas hijos de otros sacerdotes y papas que han tenido  hijos ilegítimos, o papas con hijos de sus amantes y esposas, nos sentimos impactados ante tantos escándalos que se han dado a las comunidades cristianas. 
Más grave es aún constatar que siete de estos mismos papas que han vivido en tanta inmoralidad y mal ejemplo para  su Santa Iglesia por el incumplimiento de la ley obligatoria del celibato sacerdotal, han sido elevados al honor de  los altares, recibiendo oficialmente con toda solemnidad el título de santos de la Iglesia Católica Romana. 
¿No parece  que hay una terrible contradicción que la iglesia ponga cargas y más cargas sobre su pueblo y sus ministros, y ellos no sean capaces de mover un solo dedo para soportarlas como lo predicó Jesús de Nazaret? (Mt. 23,4)   ¿Podrán la iglesia y sus sacerdotes seguir engañando al pueblo de Dios? 
 
2. Papas que Fueron Casados. 
San Pedro apóstol, primer Obispo de Antioquia (Siria) y posteriormente, Obispo de Roma, (su suegra fue curada por Jesús). Fue martirizado en Roma (crucificado cabeza abajo en la Colina del Vaticano).
San Félix II - 483-492 (2 hijos).
San Hormidas- 514-523 (1 hijo).
San Silverio (Antonia) (536-537) hijo de San Hormidas (Papa).
Adriano II 867-872 (1 hija),
Celemente IV, 1265-1268 (2 hijas).
Felix V, 1439-1449 (1 hijo). www.futurechurch.org/

3.  Papas  que Fueron Hijos de Otros Papas u Otros Miembros del Clero.   
San Dámaso (348-366)  hijo de san Lorenzo (Sacerdote).
San Inocencio I (401-348)  hijo de Atanasio I. (Papa).
Bonifacio (418-422)  hijo de (sacerdote).
San Félix II (483-492)  hijo de (sacerdote).
Anastacio II (496-498) hijo de (sacerdote).
San Agapito I, (535-536) hijo de Gordiano (Papa).
Marino (882-884)  hijo de sacerdote.
Bonifacio VI (896-896) hijo de Adrián (Obispo).
Juan XI (931-935) hijo de Sergio III (Papa).
Juan XIV (989-996) hijo de León (sacerdote). 
Después del año 1139, el Papa Inocencio II, en el Concilio de Letrán II, aparecieron papas que reafirmaron la ley del celibato sacerdotal, que ellos mismos no soportaron. 
 4. Papas con Hijos Ilegítimos. 
Clemente IV, 1265-1268 (2 hijas), que además de casado, tuvo 10 hijos ilegítimos con su amante y con la madre de ésta.
Inocencio VIII (1484-1492) varios hijos.
Alejandro VI (Papa Rodrigo Borgia) (1492-1503) 10 hijos.
Julio (1503-1513)  3 hijas
Pablo III (1534-1549)  3 hijos 1 hija.
Pio IV (1559-1565). 3 hijos
Gregorio XIII (1572-1585) 1 hijo
5. Datos históricos del celibato sacerdotal.
Siglo I : Pedro, el primer Papa, y los apóstoles escogidos por Jesús eran en su gran mayoría hombres casados. El Nuevo Testamento sugiere que las mujeres presidían el banquete eucarístico en la Iglesia primitiva. El Apóstol Pedro, primer Obispo de Antioquia y más tarde, Obispo de Roma, y como dicen muchos "primer Papa".
Siglos II y III:  Edad del Gnosticismo: “la luz y el espíritu son buenos, la oscuridad y las cosas materiales son malas”. Una persona no puede ser luz por vivir el celibato. No es el celibato lo que hace perfecto a un sacerdote. La mayoría de los sacerdotes eran hombres casados. Hay matrimonios que  viven en un estado más perfecto que los sacerdotes célibes. El sacramento matrimonial es luz, no tinieblas.
Siglo IV: Concilio de Elvira del año 306, España, Decreto 43: todo sacerdote que duerma con su esposa la noche antes de celebrar misa perderá su trabajo.  Concilio de Nicea, año 325: se decreta que una vez ordenados, los sacerdotes no pueden casarse. Se proclama el Credo de Nicea. Concilio de Laodicea, año 325: las mujeres no pueden ser ordenadas. Esto sugiere que antes de esta fecha se realizaba la ordenación de mujeres. Año 385: el Papa Siricio abandona a su esposa para convertirse en Papa. Se decreta que los sacerdotes ya no pueden dormir con sus esposas.
Siglo V: Año 401: San Agustín escribe que "Nada hay tan poderoso para envilecer el espíritu de un hombre como las caricias de una mujer". El Papa Gregorio, llamado "el Grande" dice que todo deseo sexual es malo en sí mismo. ¿Puede ser santo alguien que tenga esa forma de pensar? Desde el siglo V la Iglesia Católica fue convirtiéndose en la entidad más poderosa de Europa, la mayor latifundista. Los espacios económicos de mayor poder fueron los monasterios.
Siglo VI: Año 567: El Concilio de Tours II establece que todo clérigo que sea hallado en la cama con su esposa será excomulgado por un año y reducido al estado laico. ElPapa Pelagio II (575-590) ordenó que no se reprendiera a los sacerdotes casados siempre que no pasaran las propiedades de la iglesia a sus esposas o hijos. Su decreto sobre el tema (año 580) es revelador: por primera vez se exponían explícitamente las verdaderas razones materiales y económicas de la exigencia del celibato sacerdotal: la herencia de propiedades. Hay que tener en cuenta el trasfondo económico de todo esto.
Siglo VII -  Francia: Documentos demuestran que la mayoría de los sacerdotes eran hombres casados. En el octavo Concilio de Toledo (año 653) se estableció que las esposas de los sacerdotes podían ser vendidas como esclavas.   
Siglo VIII. San Bonifacio, informa al Papa, que en Alemania casi ningún Obispo o Sacerdote es célibe.
Siglo IX: Año 836 el Concilio de Aix la Chapelle, admite abiertamente que, en los conventos y monasterios se han realizado abortos e infanticidios, para encubrir las actividades de los clérigos y religiosas que no practicaban el celibato. San Ulrico, un santo obispo, argumenta que basándose en el sentido común y la escritura, la única manera de purificar a la Iglesia de los peores excesos del celibato es permitir a los sacerdotes que se casen”.
Siglo X: Sobresalía el Monasterio de Cluny. Según el modelo de ese monasterio se organizaron centenares de conventos en Europa. A la cabeza de esta red de conventos quedó el Papa de Roma, como propietario de enormes riquezas y latifundios. En aquel tiempo, papas, cardenales, arzobispos, obispos y abades pertenecían todos a la nobleza feudal, que ampliaba permanentemente sus propiedades gracias a los laicos, que hacían donaciones y testamentos a las autoridades eclesiásticas para así obtener el perdón de sus pecados.
Siglo XI: Año 1045: El Papa Bonifacio IX se dispensa a sí mismo del celibato y renuncia al papado para poder casarse. Se desarrollaron las sublevaciones de los siervos contra los señores, la iglesia temió por la suerte de tantos bienes.  El año 1074 El Papa Gregorio VII, dice "Los sacerdotes deben primero escapar de las garras de sus esposas"  A pesar de esta prohibición los sacerdotes eran casados.  Año 1095 El Papa Urbano II, hace vender a las esposas de los sacerdotes como esclavas y sus hijos son abandonados a su suerte.
Siglo XII: Año 1123.- Papa Calixto II. El Concilio de Letrán I decreta que, los matrimonios de los clérigos son inválidos. Año 1139:  el Papa Inocencio II en  el Concilio de Letrán II confirma el decreto del anterior concilio de Letrán I. 
Siglo XIII: Se afirma que los obispos instauraron la llamada "renta de putas", que fijaban lo que el sacerdote debía pagarle al obispo cada vez que mantenía relaciones sexuales con sus concubinas. En 1435 terminó de aplicarse este cobro. 
Siglo XIV: El Obispo Pelagio, se queja de las mujeres que son aún ordenadas y administran confesiones.  
Siglo XV: Transición.  el 50% de los sacerdotes son hombres casados y como tales, son plenamente aceptados por el pueblo.  
Siglo XVI: Concilio de Trento (1545-1563): Establece que el celibato y la virginidad son superior al matrimonio.  Se establece definitivamente el celibato, se reforma la liturgia de la Santa Misa,  y se codifica el Derecho Canónico y otras disposiciones.

 
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6. Nefastas Consecuencias de una Ley Antinatural.
La raíz del escándalo aparece el siglo IV, cuando  la Iglesia Católica definió que la ley obligatoria del celibato sacerdotal sería un requisito indispensable para recibir órdenes sagradas.
En el año 303 tuvo lugar el Sínodo de Elvira en España, el cual  en el canon 33, definió que los obispos, presbíteros y diáconos quedaban obligados a abstenerse “de sus mujeres, no podrían  engendrar hijos y quienquiera lo hiciere, sería apartado del honor de la clerecía''.
El Concilio de Nicea, celebrado el año 325 reafirmó  que los sacerdotes no podrían contraer el sacramento del matrimonio. Ese mismo año, el Concilio de Laodicea prohibió que  las mujeres pudiesen recibir órdenes sacerdotales, a pesar de que en los siglos anteriores sí recibían el sacramento del orden sagrado.  
Así pasaban los siglos y nadie cumplía tal ley obligatoria antinatural. El Concilio de Aix la Chapelle realizado el año  836 recrimina los macabros crímenes realizados en los conventos y monasterios, donde  se  descubrieron cantidades de  abortos e infanticidios.
Tales crímenes macabros se hacían para encubrir las actividades sexuales de los clérigos y religiosas que no practicaban el celibato.  
A pesar de tantos escándalos, la ley del celibato sacerdotal obligatoria fue nuevamente redefinida el año 1139 en el Segundo Concilio de Letrán. Son miles y miles, las niñas, niños, jóvenes y familias enteras, que a través de la Historia de la Iglesia Católica Romana, han sufrido los abusos sexuales con todas sus nefastas consecuencias.
En la última década se ha dado a conocer que “un gran número de sacerdotes ha sido acusado de la violación de menores de edad y muchos han ido a parar a la cárcel. Estas revelaciones, aparecidas en diversos medios de comunicación, han debilitado moral, financiera e institucionalmente a la Iglesia Católica.
 “Ya no se puede seguir ocultando las noticias sobre la violación de menores por sacerdotes. Esto tiene implicaciones serias para la Iglesia Católica en los Estados Unidos y en otras partes.” (www.ucg.org/churches).
La Iglesia Católica se ha visto obligada a pagar más de mil millones de dólares (USA), a las víctimas de abusos sexuales. “Miles de adultos han comenzado a hablar acerca de haber sido violados cuando eran niños, y muchos sacerdotes han sido enviados a prisión" (periódico The Los Angeles Times, 9 de febrero de 2002, p. 1). La crisis va en aumento día a día, dice la revista Time.
En 2002, el sacerdote Jhon J. Geogahn de la ciudad de Boston fue acusado de violación de menores por un período de 40 años. "El escándalo se dio a conocer en enero en Boston, cuando se informó que un sacerdote que supuestamente había violado a más de 140 niños había sido transferido por sus superiores de parroquia en parroquia" (The Los Angeles Times, 7 de abril de 2002, p. 28).
El periódico Boston Globe, interpuso una demanda legal, por lo que el Cardenal Bernard Law se vio obligado a enfrentar el gravísimo problema.  El sacerdote fue declarado culpable y se le sentenció a nueve años de prisión, y la arquidiócesis de Boston acordó pagar $30 millones de dólares a 86 víctimas. “Más de 10.000 documentos confirman las maniobras de la iglesia para encubrir las correrías del sacerdote”. (La Nación, Costa Rica 17 marzo 2002).
The Los Angeles Times afirma que en enero [de 2002] “en Irlanda, la iglesia negoció un trato de compensación con el gobierno [irlandés]. Bajo este acuerdo, miles de personas que fueron violadas en las escuelas y orfanatos de la iglesia desde 1950 en adelante serán elegibles para recibir fuertes sumas de dinero, pero sólo si retiran sus demandas. La iglesia se comprometió a contribuir cerca de $110 millones de dólares, en su mayor parte bienes raíces, a una junta gubernamental de compensación. Se prevé que el monto del desembolso llegará a ser cuatro veces más que esa cantidad".
Con estos datos históricos, reconocidos por la misma iglesia, ¿podrá el Vaticano y las jerarquías eclesiásticas actuales seguir tolerando  y siendo cómplices de pecados tan abominables por una ley histórica obligatoria?  
 
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¿Qué ley inhumana se puede enfrentar
Contra la Ley Divina de
Engendrar la vida?
 
Hay cantidades de templos vaciados de lo divino, vendidos,  convertidos en museos, hospitales, y  actividades diversas. Estos, por su arte extraordinario, se han transformado más bien en centros turísticos, delegando su objetivo central de celebraciones sagradas, al arte  mundano comercial. 

7. Opinión de Especialistas.

Para el sociólogo Raúl Leis el celibato “es una condición antinatural, una de las peores perversiones sexuales que va contra la integralidad del ser humano”. Coincidiendo con este criterio el columnista y pediatra Xavier Sáez Llórens considera que “es la peor de las perversiones humanas, además, es una de las peores hipocresías del clero. Un cura con familia es tan o más dedicado a su iglesia que uno célibe”.

Saéz Llórens opina que “ya es hora que el Vaticano recapacite, porque está perdiendo seminaristas por sus radicales y antibiológicas posturas”, mientras que según Leis la eliminación de este requisito para los sacerdotes “definitivamente, rompería la soledad y evitaría muchos escándalos a la Iglesia”.

Los dirigentes de la Iglesia Católica niegan que haya una conexión directa entre el celibato y la violación de menores por los sacerdotes. Estudios serios hechos por sacerdotes actuales o anteriores aseguran que hay una correlación directa.
Richard Sipe, sicoterapeuta y monje benedictino jubilado quien más tarde se casó, condujo un estudio por 25 años sobre la práctica célibe de los sacerdotes. En 1995 publicó su conclusión: "El sacerdocio católico romano se encuentra en crisis. Es obvio que la crisis es sexual . . . La situación es más profunda y amplia de lo que a muchos de los feligreses les gustaría reconocer, pero un número sorprendente de funcionarios de la iglesia está enterado de su verdadero alcance" (Sex, Priests, and Power ["Sexo, sacerdotes y poder"], 1995, p. 6).
Los pecados sexuales entre los clérigos católicos son mucho más graves de lo que se ha pensado. "La violación de menores es tan sólo una parte del problema", escribe Sipe. "Cuatro veces más sacerdotes tienen relaciones sexuales con mujeres adultas, y dos veces más de ellos tienen relaciones sexuales con hombres adultos" (ibídem, p. 45).
Andrew Greeley dice que el 25 por ciento de los sacerdotes menores de 35 años son homosexuales, y que la mitad de ellos son practicantes activos de actos sexuales. Jason Berry informa que seminaristas le dicen que la cifra dada por Greeley debería doblarse [al 50 por ciento]". (Papal Sin, Structures of Deceit ["Pecado papal, estructuras de engaño"], 2000, p. 186).

El Papa Juan Pablo II declaró en julio de 1993 que “el celibato no es esencial para el sacerdocio; no es una ley promulgada por Jesucristo”.


Estas palabras de Juan Pablo II, dan una esperanza para que la Iglesia Católica de Roma revise,  analice y corrija  las directrices pastorales para el bien de la humanidad y el  respeto a las leyes universales dadas por nuestro Padre  Dios.


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  “El celibato no es esencial para el sacerdocio;

no es una ley promulgada

por Jesucristo”.


                                                Juan Pablo II.
Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.                                                    Julio 1993.

Complejo de Edipo


Complejo de Edipo 
El niño siente un interés especial en su padre, quisiera ser como él y reemplazarlo en todo. Hace de su padre, su ideal. Esto no implica una posición femenina o pasiva respecto al padre, sino que es estrictamente masculina y se concilia muy bien con el Complejo de Edipo, a cuya preparación contribuye. 
Aproximadamente en el mismo tiempo de esta identificación con el padre, el niño comienza a tomar a su madre como objeto de sus pulsiones. De esta manera, se observan dos enlaces diferentes. Con lamadre, de orden sexual y con el padre se juega una identificación, es el modelo al que imita. Estos dos enlaces coexisten durante un tiempo sin dificultades. Pero a medida que la vida psíquica tiende a unificación, van aproximándose hasta que terminan por encontrarse, y de esta confluencia nace el Complejo de Edipo normal. 
La identificación es ambivalente y así como se puede manifestarse por medio del cariño, también puede hacerlo por medio de la manifestación del odio. En ese último caso es como una ramificación de la primera fase de la organización libidinal, la oral, en la cual el sujeto se incorporaba al objeto estimado, comiéndoselo, y al hacerlo, lo destruía. 
En el mito de Totem y tabú, había un padre dueño de todas las mujeres, accedía a todas. Los hijos se unieron para matarlo y obtener ellos el acceso a las mujeres. Una vez realizada la matanza, hacen la comida totémica, suponiendo que al incorporarlo iban a ser como el padre. Sin embargo surgen sentimientos ambivalentes: el amor al padre y la culpa por el parricidio. Los hijos no se permiten el acceso a las mujeres del padre. El padre muerto tiene eficacia, pues pasan de la endogamia a la exogamia. Es así como se instaura la ley de prohibición del incesto. Las mujeres de la tribu, a las que el Padre accedía y a las cuales los hermanos querían acceder, esas mismas quedan prohibidas. 
En la identificación con el padre, éste es lo que se quiere ser. En la elección del padre como objeto sexual, es lo que se quiere tener. La diferencia está en que el factor interesado sea el sujeto o el objeto del yo. 
La identificación aspira a conformar el propio yo análogamente al otro tomado como modelo. 
El complejo de Edipo es el fenómeno central del período sexual infantil. Luego sucede su sepultamiento, ocaso o disolución. Es reprimido y viene el período de latencia. 
Cuando el niño siente interés sobre sus genitales se empieza a tocar. En cierto momento, freud dice que se inicia la masturbación, debido a la excitación que trae el complejo de edipo al niño. 
Advierte que los mayores no aprueban tales prácticas onanísticas y de alguna manera surge la amenaza de cortarle esa parte privilegiada del cuerpo. Otras veces la amenaza recae sobre la mano. Al principio el niño descree esta amenaza. El complejo de Edipo ofrecía al niño dos posibilidades de satisfacción, una activa y otra pasiva. Se podía ubicar en posición masculina, en el lugar del padre y tratar como él a su madre. En esta actitud, el padre resulta un estorbo. La otra opción es querer reemplazar a la madre y dejarse amar por el padre, resultando superflua la madre. 
En el niño la aceptación de la posibilidad de castración y el descubrimiento de la mujer que aparece castrada, puso fin a las dos posibilidades de satisfacción relacionadas con el complejo de Edipo. Ambas implican la pérdida del pene, la femenina como premisa, la masculina como castigo. La premisa fálica remite directamente a la castración. Así surge un conflicto entre el interés narcisista por el pene y la carga libidinosa de los objetos parentales. En este conflicto, generalmente, el niño se aparta del complejo de Edipo. Si por desear a la madre, el padre puede cortarle el pene, castrarlo, el miedo es mayor al deseo, y esos sentimientos incestuosos se reprimen. De esta manera entra en el período de latencia. Se constituye entonces el nódulo del superyo, que toma del padre su rigor, perpetuando la prohibición del incesto.