Cuando un miembro de la pareja tiene problemas con la sexualidad puede terminar contagiando al otro y eso llevará a que se transformen en una pareja con una sexualidad enferma.
LLamamos sexualidad enferma a la sexualidad insastisfactoria, ya sea por una baja frecuencia de contactos sexuales, la brevedad del tiempo que tengan esos contactos, las erecciones débiles o nulas, la falta de orgasmo y una multiplicidad de disfunciones sexuales, que al no ser solucionadas a tiempo terminan haciendose crónicas e involucrando a ambos miembros de la pareja.
Una pareja con una sexualidad enferma es posible que continue unida indefinidamente aunque la relación sea insatisfactoria para ambos, algunas de las causas de esta permanencia pueden estar relacionadas con el temor a salir de ese círculo que en cierta manera cobija los problemas, el no intentar conocer otras personas y exponerse al fracaso, o en algunos casos lo anormal termina transformándose en normalidad, aunque parezca un juego de palabras.
Para explicar este tema vamos a recurrir a algunos ejemplos de casos reales, algunos de ellos los tomamos de los comentarios que nos llegan a los diferentes temas que se encuentran la página.
Hacer el amor solo una vez al mes Luis nos comenta que estuvo viviendo en pareja durante 8 años, durante ese largo tiempo los contactos sexuales se llevaban a cabo unicamente una vez al mes ya que su mujer no accedía a tener relaciones más frecuentes.
Esto no ocurrió así desde el comienzo, los primeros meses de convivencia disfrutaban de un buen relacionamiento y una sexualidad satisfactoria, paulatinamente se fueron espaciando los contactos y luego del año ya quedó estipulado que no pasarían de una vez al mes.
Su esposa decía no sentía deseos ni llegaba al orgasmo, Luis fue dejando de insistir y con el tiempo llegó a ver como normal hacer el amor con su mujer una única vez por mes.
Esa pasó a ser su “frecuencia” y nunca intentó tener sexo fuera del matrimonio, este es un típico caso de un miembro de la pareja con una disfunción sexual no tratada que terminó enfermando seriamente la sexualidad del otro.
Esta pareja se disolvió hace poco tiempo por otras razones, Luis ahora quiere rehacer su vida, pero tiene un grave problema, se acostumbró a un sólo contacto sexual al mes, porque así fue durante muchos años y esto hace que le resulte imposible el relacionamiento sexual con otras mujeres.
El hombre no quiere relaciones vaginales Ana y Carlos llevan conviviendo 4 años, sus relaciones sexuales antes de la convivencia eran esporádicas pero Ana lo justificaba pensando que era debido a que trabajaban mucho y vivían en ciudades diferentes.
Ella se sentía satisfecha en esos escasos encuentros y pensó que al vivir juntos podrían disfrutar en forma más intensa la sexualidad, pero la sorpresa llegó cuando Carlos le dijo claramente que él no sentía satisfacción en la penetración vaginal y prefería la masturbación.
Desde ese momento, 4 años atrás, sus contactos sexuales se limitan a la mutua masturbación, Ana no está satisfecha, pero está segura de que ya no podría tener orgasmos de otro modo, se acostumbró a esta sexualidad enferma y no se atreverá nunca a intentar romper ese círculo.
Además los une el secreto, la familia y los amigos desconocen el problema ya que ambos lo ocultan sabedores de que su sexualidad tiene problemas.
La mujer quiere tener sexo rápido Analía y Juan están casados hace 5 años, al igual que en los casos anteriores al comienzo las relaciones eran buenas, todo cambió cuando nació su primer hijo, a partir de ese momento Analía se desinteresó del sexo, decía no tener tiempo para caricias o juegos sexuales previos e instaba a juan a eyacular rápidamente.
Esto se fue convirtiendo en una costumbre y con el tiempo juan presentó problemas de eyaculación precoz, los cuales aún no ha podido revertir.
Paradójicamente Analía es quien hoy se queja que su esposo no la satisface porque eyacula muy rápidamente, sin asumir que su falta de deseo y de interés en el sexo fue quien enfermó la sexualidad de la pareja, ella revirtió su problema sola pero Juan necesita ayuda externa.
Hombre con problemas de ereccion Andrés y Laura llevan 15 años de casados, los primeros 5 todo fue normal, pero desde hace 10 años Andrés comenzó a tener problemas de erección.
Estos problemas duraban períodos relativamente breves, en algunos casos sólo se trataba de erecciones débiles, en otros había falta parcial o total de erección, esto podía suceder durante días o semanas enteras.
Cada intento de mantener relaciones sexuales era una incógnita para Laura quien la mayor parte de las veces quedaba totalmente insatisfecha, de esa forma fue bloqueando mentalmente su propia excitación hasta que su deseo se inhibió completamente.
Hoy no sólo no llega al orgasmo sino que no siente deseos ni sensación de ningún tipo, los problemas sexuales de su esposo terminaron enfermándola a ella.
Continúan juntos, Andrés está en tratamiento con un prestigioso andrólogo y de alguna forma está superando su disfunción, pero la sexualidad de la pareja está enferma y será muy difícil para Laura cambiar su propia situación.
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