Según monseñor Héctor Aguer, el texto no hace referencia al amor y a la ética.
Una "imposición totalitaria del Estado" y "una velada amenaza a la libertad de enseñar y aprender la verdad". Estos fueron sólo dos de los duros términos que usó la Iglesia en Argentina para referirse a un texto que preparó el gobierno para formar a los maestros en el delicado tema de la educación sexual.
El "Material de formación de formadores en educación sexual y prevención del VIH/Sida" es un manual de 302 páginas, compilado en 2007 por los ministerios de Educación y de Salud.
Se basa en los lineamientos de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de lucha contra el Sida de la Organización de Naciones Unidas (ONUSida), que también financió su publicación.
Para el presidente de la Comisión de Educación Católica del Episcopado argentino, monseñor Héctor Aguer, el texto no hace referencia al amor y a la ética, y tiene "inspiración neomarxista" porque interpreta la sexualidad "según la dialéctica del poder".
En un documento de cuatro carillas, el arzobispo de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires) cuestionó que se interprete a la educación sexual como "la reivindicación del derecho de fornicar lo más temprano posible, y sin olvidar el condón".
Y criticó que se fomente "el uso exclusivo del preservativo como único medio de protección eficaz en la relación sexual frente al VIH".
En vez, propuso que se enseñe "la abstinencia de las relaciones sexuales prematuras e irresponsables", algo que consideró "más eficaz".
Defensa
Nadie puede negar la virtuosidad del preservativo para prevenir enfermedades
Alberto Sileoni, ministro de Educación de Argentina.
Las críticas del prelado coincidieron con la asunción del nuevo ministro de Educación, Alberto Sileoni, quien salió a la defensa del manual, afirmando que "promueve valores" y no reduce la sexualidad a "una mera genitalidad".
El funcionario también reiteró que es un texto usado para la capacitación docente, y por lo tanto está dirigido exclusivamente a adultos.
A pesar de que buscó bajarle el tono a la confrontación con la Iglesia, Sileoni fue tajante en su opinión respecto al uso del condón:
"Nadie puede negar la virtuosidad del preservativo para prevenir enfermedades", sentenció.
Por otra parte, el flamante ministro recordó que el Estado está obligado por ley a brindar educación sexual en las escuelas, y que la misma está centrada en "tres preocupaciones centrales": el abuso infantil, el embarazo no deseado y las enfermedades de transmisión sexual.
El polémico manual
El manual es acusado de tener "inspiración neomarxista" porque interpreta la sexualidad "según la dialéctica del poder".
La coordinadora del Programa Nacional de Educación Sexual del Ministerio de Educación, Mirta Marina, explicó a BBC Mundo que el manual cuestionado por la Iglesia surgió como consecuencia de la ley de Educación Sexual aprobada en 2006.
"La ley exigía lineamientos sobre la enseñanza sexual y por eso se creó el manual para orientar a los docentes", dijo la funcionaria.
El documento es un compilado de artículos sobre prevención del VIH/Sida, educación sexual integral y derechos humanos, escritos por expertos argentinos y extranjeros.
Tras aprobarse la ley, el gobierno creó el Programa Nacional de Educación Sexual y convocó a diversos sectores -entre ellos la Iglesia- para trazar los lineamientos curriculares en esta materia, que fueron aprobados en mayo de 2008.
Según Marina, el manual que ahora critica la Iglesia ya está a punto de ser reemplazado por material más nuevo.
La funcionaria dijo a este medio que las "cartillas de apoyo" que actualizarán las enseñanzas del texto de 2007 siguen poniendo el énfasis en el preservativo como principal método de protección contra el VIH/Sida.
Ésta no es la primera vez que la Iglesia y el gobierno argentino han chocado por diversos temas, y Marina dijo que esperaba que la distribución del nuevo material a fines de septiembre no volviera a crear "problemas".