¿Sabe usted qué hacen exactamente sus hijos o hijas cuando salen a las calles, a hacer tareas o están en el colegio?. ¿Supervisa concienzudamente los contenidos de aquello que leen o encuentran en internet?. ¿Sabe usted que conocimiento sexual tienen sus hijos, hijas o representados?.
Hacerse ese tipo de preguntas hace falta a los padres de esta generación de niños y adolescentes que están siendo sexualmente activos, prácticamente en nuestras narices y los adultos lo único que hacemos es mirar hacia otro lado, en la mayor de las negaciones, mientras las filas de niñas embarazadas aumentan cada vez más y los adolescentes pasan a engrosar las cifras de los nuevos VIH positivos. Pero claro, "nunca pensé que eso me fuera a pasar a mi".
Para los padres de hoy día la cosa no está fácil. Crecimos en un medio en el que la familia era bastante diferente, con madres más presentes y enseñanzas más rígidas, temerosos de la sexualidad al punto que es un tema tabú incluso entre adultos. Pero la realidad de los hijos de esa generación es completamente distinta. Los jóvenes del relevo no tienen pudor alguno, y la sexualidad es tan natural como comprar la cartera de moda, en el más absurdo y extremo libertinaje que nos deja como resultado la disminución de la infancia y prácticamente la anulación de la adolescencia ya que muchos tienen que hacer frente a una familia forzada.
Permisividad
Los jóvenes de hoy en día tienen más maneras de comunicarse, se llaman, se escriben, se envían fotos, se graban videos, chatean en tiempo real, tienen acceso a miles de millones de páginas sexuales en internet, se encierran en baños públicos, se venden por miserias y han convertido el sexo en la conducta irresponsable y promiscua de la búsqueda desenfrenada de placer inmediato, en vez de la legítima expresión de amor y respeto entre dos personas emocionalmente estables, se han alejado años luz del oscurantismo sexual de sus padres, quienes además asumen que sus hijos piensan igual que ellos, no conversan sobre el tema y terminan no queriendo creer que su "niña" o su "niño" está teniendo relaciones sexuales con sus primos, con sus compañeros de estudios, incluso de su mismo sexo, en todos los lugares posibles y la mayor cantidad de veces que se pueda. porque es lo que está de moda.
De hecho ser virgen hoy en día es muy mal visto, hay que salir de eso lo más pronto posible para ser aceptado en el grupo.
Esta es una realidad que hay que enfrentar y hay que hacerlo ya. El sistema educativo ha decaído en lo que se refiere a orientación sexual, justo cuando más se le necesita, y los padres, en su afán de ganar dinero y tener una estabilidad económica sostenible han dejado la tarea de la crianza en nanas y guarderías, que tampoco son la mejor orientación hogareña. Las guarderías son el hogar de la generación naciente.
Alcohol
Por otra parte, padres actuales, más modernos y de mente abierta, son más permisivos con los hijos, y no conformes con eso, incluso muchos de ellos permiten que los adolescentes ya de 12 y 13 años ingieran bebidas alcohólicas, no sólo en casas de familia, sino en restaurantes y sitios públicos que se prestan para tales prácticas (en Valera hay varios lugares de estos, que incluso hacen lo que se denomina matinés: una excusa más para vender alcohol a los jóvenes y que es marco para la droga de una vez).
Está de más explicar que el alcohol es un desinhibidor por excelencia, lo que sumado a la droga y a la fuerte carga hormonal que sufre el adolescente, trae como resultado embarazos no deseados, abortos y contagio de enfermedades que incluyen el Sida.
¿Quién los enfrenta?
La pregunta final es: ¿quién le pondrá el cascabel al gato?. La iglesia tampoco está haciendo mucho por este problema, tratando la sexualidad solo después del matrimonio, como si la realidad se amoldara a esos dogmas de siglos atrás y no miran la realidad como es y no se dan cuenta de que los jóvenes se nos fueron de las manos. Las escuelas no orientan y los padres no tienen tiempo para hablar.
¿Quién está orientando a nuestros hijos?. Nadie. Ellos están solos en la vorágine sexual que envuelve al siglo XXI, lleno de libertades liberales y de desenfreno sin comunicación y responsabilidad. Les pedimos demasiado para estar completamente desasistidos. Esta es la primera entrega de una serie de trabajos sobre este tema, que busca tratar de crear conciencia en los adultos de esta época, en cuyas manos y palabras está la orientación y la vida de la generación que trajimos al mundo. Piense: ¿sabe usted dónde están sus hijos y que están haciendo en este momento?.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Las campañas por el uso del condón no han frenado las infecciones sexuales
Las campañas por el uso del condón no han frenado las infecciones sexuales
Las campañas sanitarias que fomentan el uso del condón como método para evitar embarazos indeseados y enfermedades de transmisión sexual han fracasado, de acuerdo con un estudio de la Universidad San Pablo-CEU. Así lo puso de relieve ayer la directora del Centro de Información y Salud Sexual del centro educativo, Ondina Vélez, durante la presentación de la campaña que, bajo el título de «Yo freno el sida», ha lanzado el CEU para promover entre los jóvenes la abstinencia sexual y la fidelidad a la pareja como «métodos infalibles» para frenar la enfermedad. Vale la pena esperar La iniciativa gira en torno a la publicación en internet de un vídeo en el que varios jóvenes lanzan mensajes como «vale la pena esperar», «con la salud no se juega», «así soy más feliz», «mis actos son importantes» y «tienen consecuencias», «no hago caso a cualquiera» o «por la pareja que dura». Para Vélez, las distintas campañas que desde el Ministerio de Sanidad y desde comunidades autónomas como la de Madrid han promovido como «único medio válido» el uso del preservativo «no funcionan», ya que no han aumentado el uso del condón entre los jóvenes ni han frenado la tendencia alcista del aborto. «Muestran el sexo desde la perspectiva del placer, cuando la mayoría de los jóvenes quieren que lo que la sexualidad les proporcione sea amor y felicidad». La campaña del CEU, que va dirigida a jóvenes de entre 14 y 20 años –la franja de edad donde más aumenta el aborto provocado, especialmente entre inmigrantes, que copan ya el 60 por ciento de las intervenciones–, también quiere vincular el sexo a la vida, ya que «olvidarlo lleva al embarazo no deseado», y también a la vida en pareja, al respeto y la fidelidad, «pues así se frenan las enfermedades de transmisión sexual». La promoción pública del condón no ha reducido la incidencia del VIH y de infecciones como el sífilis y la gonorrea, que duplicaron y hasta cuadruplicaron su incidencia en comunidades como la madrileña entre 2000 y 2006, lo que hace temer a los epidemiólogos que se produzca un fenómeno paralelo con el VIH. La mayoría de los diagnósticos por el virus del sida se dan en personas de 30 años que tuvieron prácticas arriesgadas hace 10 años. Aunque las infecciones venéreas no tienen por qué ir acompañadas de VIH, «podría darse un repunte», aseguró Jokin de Irala, profesor de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra. La incidencia del virus en España es relativamente baja, pero se mantiene estable, lo cual «es muy preocupante», señaló De Irala, ya que «significa que no se está combatiendo correctamente». Problema añadido es que los tests «no dan positivo hasta pasado un mes de la infección». «Se está haciendo un gran esfuerzo» para fomentar la prueba, pese a lo cual «muchos siguen sin hacerse la prueba tras mantener relaciones de riesgo». Tres armas para luchar contra el VIH Ya en 1989, el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos lanzó el «ABC» de la lucha contra el sida. A, por abstinencia; B, por fidelidad («Be faithful») y C, por condón. «Retrasar la edad de inicio sexual, la abstinencia y la fidelidad son las claves», explica Jokin de Irala, que pone énfasis en que el condón «reduce, pero no elimina» el riesgo de contraer enfermedades o quedar embarazada. El informe anual ONUsida, sobre el estado de la pandemia en el mundo, «ya recoge el sexo antes de los 19 y las relaciones esporádicas entre jóvenes como indicadores del riesgo». «Ningún país ha logrado bajar el sida con campañas basadas sólo en el preservativo». «¿Por qué en España no se oye nada de la A y la B, cuando países como Alemania o Reino Unido lo incluyen en sus campañas institucionales?», se cuestiona.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)