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domingo, 17 de agosto de 2008

10 cosas que las mujeres secretamente envidiamos de los hombres


Nunca lo confesaremos, pero lo cierto es que más allá de que nos jactemos de ser más complejas que ellos, en ocasiones hay ciertos comportamientos o costumbres que envidiamos profundamente de nuestros opuestos.


La celulitis se apodera de las mujeres

 

Famosas, bellas, exitosas pero velludas y por gusto

 

Mujeres gastan más energía en conquista que los hombres, según estudio

 

Lo que ellas esperan de los hombres

 

Aunque la intensidad ha disminuido en el último tiempo, la guerra de los sexos continúa, sobre todo en las mujeres, que seguimos empeñándonos, en mayor o menor grado, en ser iguales en algunos aspectos a los hombres.


Pero la sociedad ha impuesto algunas estructuras para cada género y, más allá de que nos ayuden en algunos aspectos, lo cierto es que muchas veces daríamos cualquier cosa por ser ellos por un momento para no tener que cumplir con tanta regla. Eso sin contar lo evidentemente fisiológico…

 

 

Pueden orinar de pie
Una diferencia obvia y que nos persigue desde niñas, desde esos tiempos en que íbamos a un paseo en el campo y, a la hora de ir al baño, nuestros hermanos y primos sólo buscaban un arbusto para orinar sin problema alguno. Por el contrario, nosotras debíamos tener un cuidado extremo, fijarnos que no hubiera insectos alrededor y, por supuesto, sostener firmemente los pantalones y nuestra ropa interior para no dejar huella de nuestras necesidades. ¡Atroz!

 

No tienen que usar tacones
Es cierto, nos hacen lucir sexies y modifican nuestra postura haciéndonos sentir más altas y estilosas. Pero al final de un ajetreado día de trabajo, nos gustaría dejar la imagen de lado y poder usar los zapatos más planos que encontremos. Ellos por el contrario, siempre pueden caminar horas y horas sin sentir mayor cansancio en sus pies.

 

No necesitan depilarse
Se ríen de nosotras por las torturas a las que somos capaces de someternos con tal de lucir bellas. Pero claro, si al rozar nuestras piernas con sus manos sienten huella de algunos vellitos, no tardan en recordarnos que no es así como nos prefieren. Y por supuesto que no es agradable depilarse, pero no estamos dispuestas a que nos vean descuidadas, por lo que envidiamos, muy en el fondo, que ellos no tengan que pasar por ese doloroso momento cada 20 días.

 

No tienen que usar maquillaje
Algunas usan más y otras menos, pero todas tenemos nuestro secretillo de belleza para esconder impurezas y hacer que nuestra piel luzca fresca y tersa. Ellos con suerte distinguen un rímel de un labial, porque salen de la casa luego de ducharse, lavarse la cara y, quizás, aplicarse un poco de crema hidratante. Pero nosotras no podemos pisar la calle sin nuestro kit diario de cremas, bases, polvos, máscaras de pestañas y labiales. ¡Y vaya que dan ganas de dejarlos de lado algunas veces!.

 

No usan un tipo de crema para cada parte
Otro costo de lucir siempre perfectas. Nosotras usamos hidratante para el rostro, crema antiarrugas y lociones anticelulitis, antiestrías, antifacidez, anti todo. Ellos con suerte se aplican un after shave y un poco de crema luego de la ducha, y sería todo. Y nosotras envidiamos que ellos no tengan que sentir la ropa ‘pegoteada’ en el cuerpo mientras las cremas se absorben en nuestro cuerpo. Todo con tal de vernos siempre bien.

 

No tienen que sacrificarse por verse sexies
Nosotras usamos escotes, ropa ajustada y, por supuesto tacones para lucir con estilo y sexies. Pero eso nos lleva muchas veces a sentirnos un poco incómodas o con algo de frío con tal de vernos perfectas. Ellos no. Ellos usan pantalones sueltos y camisas cómodas que les permiten moverse con facilidad en todo contexto y escenario. Por eso en algunas ocasiones quisiéramos dejar de lado toda nuestra adicción a la moda para lucir simplemente cómodas.

 

Pueden tener kilos de más
Hoy en día ellos están un poco más pretenciosos, pero lo cierto es que desde que somos niñas tenemos conciencia de las calorías y luchamos por lucir perfectas en ese jeans ajustado que tanto nos gusta. Sabemos que la sociedad se rige por el factor visual y nosotras, mucho más que los hombres, nos sentimos algo castigadas y discriminadas cuando tenemos algunos kilos de más, ya que incluso dudamos si podemos ser atractivas para otros. Por eso envidiamos que ellos lleven sus kilos de más sin complejo alguno mientras nosotras somos esclavas de la balanza.

 

Pueden dormir con 100 mujeres
Aunque muchos se empeñen en negarlo, no es lo mismo una mujer con experiencia en el terreno amoroso que un hombre con un amplio prontuario en ese aspecto, al menos en el terreno social. Ellos son considerados ‘machos’ o ‘ídolos’ por sus amigos mientras nosotras seguimos siendo calificadas como unas ‘cualquiera’, por lo que envidiamos que ellos tengan que luchar con muchos menos prejuicios que nosotras en el diario vivir.

 

No necesitan mayores preámbulos en la cama
Por lo general, nosotras necesitamos de un ambiente especial y de una preocupación extrema de parte de ellos a la hora de crear espacios para la intimidad. Ellos por el contrario, ante un simple estímulo visual o incluso un pensamiento pueden conectarse inmediatamente con su sexualidad e ir directo a la acción. Y nosotras los envidiamos porque a veces quisiéramos que nuestra mente dejara de pensar en tantas cosas a la vez para dedicarnos simplemente al placer.

 

Pueden ir solos a un bar y nadie dice nada
Otro prejuicio que nos afecta a nosotras las mujeres. Ellos pueden salir agotados del trabajo e ir a instalarse a la barra de un bar para tomar un trago y olvidarse de todo, sin que nadie asuma que anda ‘de caza’. Nosotras, por el contrario, pocas veces nos atrevemos a salir solas a tomar un trago y escuchar música mientras vemos desfilar a la gente, sin que alguien piense que seguro queremos ‘algo más’. Por eso envidiamos esa libertad que ellos tienen…

 


 
Por Chantal González  / Copyright Terra Networks S.A.

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